La precisión de los procedimientos y el esfuerzo sostenido en el trabajo de campo son los preliminares para el análisis e interpretación de los datos. Muestras, anotaciones y equipamiento llegan a la institución científica donde trabajan los investigadores.
La mejora en el conocimiento del medio y las facilidades de desplazamiento y comunicación simplifican las expediciones, al tiempo que los objetivos de la investigación naturalista se han vuelto más complejos. Las primeras exploraciones buscaban el qué, el dónde y el cuándo de los inventarios florísticos y faunísticos. Con el progreso científico, los investigadores se interesan por el cómo y el por qué.